Maite Arias ha pasado los últimos días como profesora en la ikastola. Para terminar de despedirse de la ikastola, ha compartido experiencias y vivencias de su trayectoria.
¿Cuándo empezaste a trabajar en Larramendi?
En Larramendi hace 40 años. Hice las prácticas en Asti Leku Ikastola (Portugalete) y luego estuve 4 cursos en 5º de Primaria. Mi padre era socio, porque mi hermano estudió allí. estudió. Cuando nos trasladamos a vivir de Portugalete a Mungia, había un sitio en la ikastola de aquí y decidí cambiarme. En total he estado 44 años en docencia, 40 han sido en Larramendi.
Ahora tendrás las hijas/hijos de tus antiguos alumnos/as.
Sí, desde hace tiempo. La primera fue la hija de Amaia Markaida (hace 14-15 años), y me hizo mucha ilusión. A una persona que la conociste como niña, ahora la has conocido como adulta, con todas las responsabilidades.
¿Cómo ha cambiado la docencia desde entonces?
Al igual que ha cambiado la sociedad, también han cambiado los tipos de familias, lo que ha supuesto una adaptación en la docencia. Hay que adaptar nuestra enseñanza a lo que los padres y madres educan. A menudo las madres y los padres nos dicen que aprender así es una gozada, no como en su época. La enseñanza actual es más natural. Antes se hacía sin respetar el ritmo y la personalidad del niño/niña.
¿Qué impacto ha tenido la enseñanza en su vida?
Los diferentes cursos en los que he trabajado en docencia me han aportado muchas cosas. Me ha influido en la forma de educar a mis hijos. También me ha servido mucho para entender a los niños y niñas y ser madre me ha ayudado a entender a las madres y a los padres de mis alumnos y alumnas. Si tienes un niño o niña que tiene algún problema en clase, piensas que podría ser tu hijo o hija y te pones en el lugar de los padres o madres. Gracias a este trabajo entiendes mejor a los niños y niñas, y a sus padres y madres. Es evidente qué padres o madres se dedican a la enseñanza y cuáles no.
"La enseñanza ayuda a entrar en el papel de los padres y madres y del niño y las niñas"
¿Qué recomendación le darías a un recién incorporado a la enseñanza?
Superponer el desarrollo y la afectividad del niño/niña. En nuestra etapa lo importante es comprender los sentimientos del alumnado, integrarse en él y sobre todo tener afectividad. Ya aprenderá a escribir y a leer.
¿Echarás en falta la rutina de aquí?
Sí, los que los niños y las niñas nos enseñan cada día y los niños y niñas en su totalidad.